Otro político en el lodo

Queensferry

Yo no creo en las casualidades. Rebus tampoco. Cuando se hace una redada sorpresa en un prostíbulo, y se caza a un diputado, y a la salida está la prensa esperando es que algo se había preparado con antelación. Que pase en España es lo de menos. Aquí redadas a prostíbulos apenas se hacen y siempre a los de mala muerte (para ellas, mala vida) en carreteras secundarias. Los top quedan siempre aparte. Aquí, en España se dice que estas cosas forman parte de la vida privada del político y no pasa nada. En realidad no pasa nada ni si les pillan presionando en favor del amigo, a lo campeón, comopara que pase algo por divertirse con el cuerpo ajeno. Pero en Escocia (¡qué decir de los USA) las cosas son diferentes. Mejores. Allí, lo que se espera del cargo público es que sea el mejor de los ciudadanos. Su honorabilidad debe ser intachable. El común de los mortales que sea como le plazca; pero el servidor público intachable. ¡Bravo por esa visión de la vida!

El problema que se le presenta a Rebus es que el diputado le cae bien. Le parece un tipo honesto, que no está enredado con intrigas como el resto de los políticos y que lucha a brazo partido en favor de su distrito (que es el de Rebus). Y preferiría no ensuciar más su imagen para que el beneficiado fuera otro politicastro que arruinara la labor acometida. El problema es que la mujer del diputado no aparece. Mal asunto, esto se está torciendo.

Con bastante retraso reseño la última novela publicada de Ian Rankin, otra buena novela de un escritor ya reseñado anteriormente. Leer a Rankin es un gran placer, y ver que Rebus aún tiene aventuras dentro y fuera de la comisaria gratificante.

RANKIN, Ian

«Jack al desnudo»

RBA, 2012